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Cómo apoyar a un hijo que tiene una afección de salud mental

Las afecciones de salud mental no discriminan. Pueden afectar a cualquier persona a cualquier edad, y cuando el diagnóstico es para un hijo, pueden surgir muchas emociones. Puede sentirse triste, confundido, abrumado o indefenso.

Sepa que estos sentimientos son perfectamente normales. Y es entendible no tener todas las respuestas de inmediato. Lo más importante es actuar con paciencia y compasión. A continuación, le presentamos 6 estrategias prácticas para apoyar a su hijo en el día a día.

1. Obtener información sobre la afección

Averiguar todo lo que pueda sobre el diagnóstico de su hijo es el primer paso para apoyarlo. Cuando comprenda por lo que está pasando, logrará lo siguiente:

  • Empatizar mejor con las experiencias de su hijo

  • Detectar señales de advertencia y síntomas

  • Comunicarse de forma eficaz con los profesionales de atención médica

Comience con recursos acreditados, como el Instituto Nacional de la Salud Mental (National Institute of Mental Health) y la Academia Estadounidense de Psiquiatría Infantil y Adolescente (American Academy of Child & Adolescent Psychiatry) . En ambos, se ofrecen consejos pensados de manera específica para padres. No olvide recurrir al equipo de atención médica de su hijo también. Ayudan a muchas familias a afrontar situaciones similares. Confíe en ellos para conocer las mejores estrategias a fin de atender las necesidades específicas de su hijo. Y pregunte cómo puede participar de manera activa en el plan de atención.

Dependiendo de las necesidades de salud mental de su hijo, es posible que la escuela también deba participar. El equipo de atención médica puede brindarle ayuda para entender cómo trabajar con la escuela. También pueden ayudarlo a defender los derechos de su hijo en el entorno escolar.

2. Estar abierto a la comunicación

Uno de los regalos más importantes que puede ofrecer como padre es la buena comunicación. Asegúrese de que su hijo sepa que puede confiarle algo sobre cualquier tema. Se puede hablar de todo. Si tienen conversaciones sobre salud mental, recuerde estos consejos clave:

  • Empatice con las experiencias de su hijo. Póngase en el lugar de su hijo. Trate de comprender por lo que está pasando para que se sienta escuchado.

  • Haga preguntas abiertas. Estas preguntas fomentan conversaciones más profundas que las de respuestas "sí" o "no". Por ejemplo, puede preguntar: "¿Cómo te hace sentir eso?". Esto puede animar a su hijo a abrirse y hablar.

  • Aborde miedos y preocupaciones. Es posible que su hijo esté asustado o confundido acerca del diagnóstico. Pregúntele acerca de sus preocupaciones.

  • Manténgase alejado de la culpa. Refuércele que lo que está sucediendo no es su culpa. Las afecciones de salud mental no son una elección propia.

  • Sea paciente. Acompañe a su hijo. Es posible que no quiera abrirse de inmediato y es comprensible. Hágale saber que cuenta con usted cuando esté listo para hablar.

3. Ofrecer tranquilidad

Explíquele a su hijo que el diagnóstico no lo define ni reduce su valor. Recuérdele lo siguiente:

  • Es un ser amado. Una afección de salud mental nunca podría cambiar ni quitarte el amor.

  • Está bien pedir ayuda. Buscar apoyo es una señal de fortaleza, no de debilidad.

  • No está solo. Muchas personas aprenden a manejar las afecciones de salud mental y a tener una vida feliz y plena.

4. Encontrar tiempo para divertirse

Una afección de salud mental no cambia el hecho de que los niños todavía necesitan ser niños. Aliente a su hijo a participar en actividades que disfrute. Eso les da la oportunidad de divertirse. Y puede ser una salida positiva para las emociones. Participe cuando pueda para vivir una experiencia afectiva compartida.

También ayúdelo a encontrar tiempo para pasar con compañeros y amigos. Construir y mantener relaciones contribuye en gran medida a mejorar el estado de ánimo, a crear recuerdos preciados y a hacer crecer la red de apoyo del niño.

5. Promover un estilo de vida saludable

La salud física y la mental están conectadas. Fomentar hábitos saludables puede tener un gran impacto en el bienestar general de su hijo. Toda la familia se debe centrar en lo siguiente:

  • Comer bien. Las comidas saludables contribuyen a que la mente y el cuerpo se sientan mejor.

  • Moverse más. La actividad física reduce los sentimientos de estrés y depresión.

  • Dormir bien. El descanso es clave para mantener la salud emocional.

Intente establecer rutinas diarias predecibles en casa. Las rutinas pueden brindar una sensación de seguridad y control, lo que reduce la ansiedad. Trate de mantener la constancia a la hora de la comida, con las tareas, los quehaceres, la relajación, la actividad física y a la hora de acostarse.

6. Cuidarse

Como padre, es fundamental que su salud mental también sea una prioridad. Cuando se siente en su mejor estado, puede brindarle un mejor apoyo a su hijo. A continuación, se muestran algunas formas de mantener su propio bienestar:

  • Dedique tiempo a actividades de cuidado personal que disfrute

  • Póngase en contacto con grupos de apoyo, amigos y familiares

  • Considere la posibilidad de hacer terapia o de recibir asesoramiento

Recuerde: Esta experiencia es una maratón, no una carrera a toda velocidad. Habrá buenos momentos y momentos desafiantes. Pero con conocimiento, paciencia y compasión, puede asegurarse de que su hijo se sienta amado, comprendido y apoyado todos los días.

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