No fume durante el embarazo
Usted ha dejado de fumar porque está embarazada. Al principio, no fumar será un cambio nuevo y estimulante. Es el mejor cambio que pudo haber hecho. Las personas la felicitarán. Usted tiene derecho a estar orgullosa de lo que ha logrado. Disfrútelo. Pero ¿cuál es el paso siguiente? ¿Qué puede hacer para mantenerse alejada del cigarrillo cuando la vida regrese a la normalidad? Haga planes con anticipación para combatir la tentación. Preste atención a las señales que le avisan de una posible recaída.
Fortalezca su éxito
Aumente su nivel de actividad y aproveche el éxito que ha tenido hasta ahora. Haga una lista de las ventajas de no fumar. Al igual que su vida, esta lista podrá cambiar. Usted está descubriendo su personalidad como no fumadora. Recuerde cómo el tabaco puede afectar a su bebé. Luego pregúntese: “¿Qué es más importante: el tabaco o mi bebé?”.
Haga de su casa un lugar libre de humo
Una vez que deje el cigarrillo, todavía necesitará pensar cómo evitar el humo de segunda mano. Ayúdese a tener éxito haciendo de su casa un lugar libre de humo:
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Pídale a su cónyuge, pareja o persona con la que vive que fume afuera.
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Dígales a sus amigos y familiares que usted dejó de fumar. Y avíseles que ahora su casa está libre de humo y que a usted le gustaría que respetaran su decisión.
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Dígales también que usted agradecerá su ayuda. Si ellos mantienen su casa sin humo, su bebé se mantendrá sano y usted sin fumar.
Prepárese para las tentaciones
Sentirá la tentación de fumar. Todavía queda un período muy duro que deberá superar. Prepárese para resistir la tentación de hacerlo. Usted sabe cuáles son los desencadenantes: viajar en automóvil, ir de vacaciones o salir con amigos que todavía fuman. Los siguientes consejos podrán ayudarle a resistir:
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Háblele a su bebé.
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Convierta su casa en una “zona libre de humo”.
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Haga una lista de todo lo que puede oler, saborear y hacer mejor desde que dejó de fumar.
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Prepare un kit de emergencia para momentos de tentación y póngalo en el auto cuando viaje.
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Cuando salga a comer fuera, vaya a restaurantes para no fumadores.
Escuche las señales de aviso
¿Se imagina a usted misma fumando? ¿Va a lugares donde corre el riesgo de fumar, como almuerzos con un grupo de fumadores? Esto podría significar que se dirige hacia una recaída. Si tiene tentaciones de fumar, pregúntese cuándo y por qué se siente así.
¡DETENGA la tentación!
Evite el exceso de hambre, enojo, soledad o cansancio.
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¿Tiene hambre? Coma un bocadillo sano.
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¿Está enojada? Intente respirar hondo y lentamente.
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¿Se siente sola? Visite a un amigo que no fume.
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¿Se siente cansada? Quítese los zapatos y duerma una siesta.
Si cae en la tentación
Si alguna vez no logra resistir el deseo de fumar, esto no significa que su esfuerzo haya sido en vano. Si fuma un cigarrillo de vez en cuando, dígase que ya no es una fumadora. Un error no tiene por qué convertirse en una recaída definitiva. No dé por perdido todo el esfuerzo que hizo hasta ahora. Averigüe qué es lo que la hace fumar. A continuación haga un nuevo plan para darse más fuerza.
Descubra por qué tuvo una recaída
Un error puede ser útil. Si es sincera consigo misma, podrá aprender de sus errores. Trate de responder estas preguntas lo mejor que pueda:
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¿Qué sabor tenía el cigarrillo?
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¿Cómo huelen sus manos después de haber fumado?
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¿Qué ha aprendido de esta tentación?
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¿Ha descubierto un nuevo desencadenante?
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¿Qué puede hacer para evitar recaídas en el futuro?
Para obtener más información
Los siguientes son algunos recursos que pueden ayudarle a mantenerse alejada del cigarrillo:
Revisor médico: Freeborn, Donna, PhD, CNM, FNP
Revisor médico: Sacks, Daniel, MD, FACOG
Última revisión:
2/1/2018
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