Comience el tratamiento ante el primer indicio de síntomas, como hormigueo o picazón. Los medicamentos antivirales deben iniciarse en un plazo de 72 horas. Llame a su proveedor de atención médica ante el primer signo de brote. Empezar a tomar el medicamento antiviral oral en los 2 primeros días de un brote puede disminuir la gravedad de la infección. También puede acelerar la curación.

Tome ibuprofeno o paracetamol para aliviar el dolor.

Realice baños de asiento en agua tibia o fría, o use una compresa húmeda para reducir la picazón de las llagas. En algunas mujeres, los brotes genitales producen una sensación de ardor al orinar. En estos casos, orinar sentada en una bañera con agua tibia reduce la sensación de ardor.

Use ropa interior blanca y de algodón y prendas holgadas durante los brotes. No se ponga ropa apretada ni ropa interior de nailon. Estos artículos pueden impedir que sanen las llagas.

Llame al proveedor ante el primer signo de un brote para considerar la opción de tomar medicamentos antivirales orales.

Lave las llagas con jabón suave y agua. Seque las llagas por completo dándoles golpecitos con una toalla (no restriegue).

Lávese las manos con agua corriente limpia, tibia o fría, durante 20 segundos como mínimo antes de tocar la llaga. O use un desinfectante para manos a base de alcohol.

No se ponga curitas en las llagas. El aire ayuda a sanarlas.

No use pomadas a menos que se lo indiquen. Las vaselinas o cremas incorrectas pueden retener la humedad y retardar la curación.

Evite tocarse las llagas. Esto podría retardar la cicatrización. También podría infectar las llagas.

Si usa lentes de contacto, lávese bien las manos con agua y jabón antes de colocarlas.

Siga una dieta equilibrada.

Duerma lo suficiente. Esto ayuda a que el sistema inmunitario funcione lo mejor posible.

Limite el estrés y la tensión. Ambos pueden debilitar las defensas del cuerpo.

Limite la exposición al sol, el viento y el calor o frío extremos. Use protector solar y bálsamo labial para ayudar a prevenir los brotes.

Hable con su proveedor de atención médica acerca de los medicamentos antivirales que puede tomar para reducir los brotes.

Informe a sus parejas sexuales que tiene herpes. Si no sabe qué decirles, pídale ayuda a su proveedor de atención médica.

Si tiene un brote, ya sea en el labio o en los genitales, debe esperar a que las ampollas se hayan curado para tener relaciones sexuales. Puede contagiar a su pareja aunque no vea ningún sarpullido. Pero el riesgo es mucho menor.

Cada vez que tenga relaciones sexuales, use un condón de látex. Esto reduce el riesgo de contagiarle herpes a su pareja. Pero recuerde que un preservativo puede no cubrir todas las zonas infectadas por el virus. Asegúrese de colocarse el condón correctamente. Visite este sitio web de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) para obtener más información sobre el uso correcto de los condones.

Si usted tiene llagas bucales, no debe besar a otras personas ni tener sexo oral.

No tenga relaciones sexuales cuando tenga llagas genitales. También debe tener en cuenta que los herpes pueden transmitirse durante el sexo oral y mediante el contacto anal.

No comparta toallas, cepillos de dientes, bálsamo labial o lápiz labial si tiene llagas.

Si sigue teniendo brotes, tomar medicamentos antivirales a diario puede reducir la posibilidad de transmitirle el virus a su pareja.

Si está embarazada y tuvo herpes antes de estarlo, asegúrese de informárselo al proveedor. El herpes en los recién nacidos es muy peligroso. Sin embargo, a menudo, puede prevenirse si el proveedor está al tanto.