Onfalocele y gastrosquisis en el recién nacido
La onfalocele y la gastrosquisis son anomalías congénitas (defectos de nacimiento). Solo pueden presentarse en el recién nacido. Se desconoce la causa de estos defectos. Estas anomalías se producen cuando las estructuras del cuerpo que deben sostener el intestino dentro de la panza (abdomen) no se forman correctamente durante las primeras semanas del embarazo. Normalmente, la pared abdominal y una membrana recubren el intestino dentro del abdomen. Pero, con estas anomalías congénitas, la pared abdominal no se cierra. El intestino permanece fuera del cuerpo. Asimismo, otros órganos, como el hígado, también pueden resultar afectados. Ambos problemas deben corregirse con cirugía.
¿Qué es la onfalocele?
En la onfalocele, el intestino sobresale del cuerpo a través de un defecto del cordón umbilical. El intestino está cubierto por una membrana que lo protege de las lesiones y los microbios. Una onfalocele grande puede provocar que otros órganos también sobresalgan del cuerpo. Este defecto de nacimiento se produce en las etapas tempranas del desarrollo del bebé. Puede detectarse mediante una ecografía antes del nacimiento. Algunas veces el bebé puede nacer por parto vaginal.
¿Qué es la gastrosquisis?
En la gastrosquisis, el intestino sobresale del abdomen a través de una abertura anormal en la pared abdominal. Igualmente, otros órganos pueden salir del abdomen. No hay ninguna membrana que recubra y proteja estos órganos. Por eso, es muy probable que sufran lesiones o se infecten. Si su proveedor de atención médica observa en una ecografía que su hijo tiene gastrosquisis, es probable que necesite una cesárea. Esto ayuda a disminuir las lesiones que se podrían causar al intestino.
¿Cómo se tratan estos problemas?
Tanto la onfalocele como la gastrosquisis requieren cirugía. Esta se realiza generalmente el mismo día que nace el bebé. El tratamiento puede incluir lo siguiente:
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El intestino y los demás órganos se colocan de nuevo dentro del abdomen. Se cierra el área de la piel por donde sobresalían los órganos.
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Si el intestino está dañado, se puede extirpar (sacar) una parte de este antes de colocarlo de nuevo dentro del abdomen. Luego, se vuelven a conectar las secciones sanas del intestino.
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En algunos casos, el abdomen del bebé es demasiado pequeño para contener todos los órganos. En esos casos, el cirujano coloca los órganos dentro del abdomen más adelante. Esto da tiempo para que el abdomen crezca. Puede ser necesario realizar más de una cirugía.
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Su proveedor de atención médica administrará el alimento al bebé por vía intravenosa hasta que el problema se haya corregido. La alimentación por vía intravenosa puede mantenerse durante algún tiempo después de la cirugía. El bebé permanecerá en la unidad de cuidados intensivos neonatales (UCIN) durante ese tiempo.
¿Cuáles son los efectos a largo plazo?
Los efectos a largo plazo en el bebé dependen del tamaño del defecto. También dependerán de si su bebé presenta otros problemas físicos al nacer y de qué cantidad de intestino haya que extirpar. Es posible que haya problemas para alimentarlo y problemas digestivos a largo plazo. Pero la mayoría de estos se soluciona con el tiempo. Pregúntele al proveedor de atención médica cómo evolucionará su bebé.
Revisor médico: Amy Finke RN BSN
Revisor médico: Liora C Adler MD
Revisor médico: Raymond Kent Turley BSN MSN RN
Última revisión:
2/1/2022
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