Tratamiento de conducto radicular: descripción general
La mayoría de nosotros intentamos mantener unos dientes limpios y de aspecto agradable. Pero no dedicamos mucho tiempo a pensar en lo que hay dentro de los dientes… hasta que pasa algo malo. Cuando surgen problemas dentro de un diente, en algunos casos la única manera de salvar el diente es mediante un tratamiento de conducto radicular.
El diente completo
El diente tiene las siguientes partes:
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La corona. La corona es la parte del diente que se ve por encima del borde de las encías. Tiene una superficie dura (esmalte) que se usa para morder y masticar. También protege al diente del calor.
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La raíz. Debajo del borde de las encías, la raíz fija el diente al hueso.
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La pulpa. El centro del diente (la cavidad pulpar) contiene la pulpa. Se trata de un tejido blando formado principalmente por vasos sanguíneos y nervios.
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El conducto radicular. Es la vía que usan los nervios y los vasos sanguíneos para circular hacia dentro del diente desde el maxilar.
Problemas de la pulpa
Los problemas de la pulpa suelen presentarse cuando queda al descubierto a causa de daños a la corona del diente, como una caries o una lesión. Una vez que esto sucede, la pulpa se inflama. Además, las bacterias de la boca pueden infectar y destruir la pulpa. Luego, la infección puede diseminarse por toda la cavidad pulpar y por el conducto radicular. Si llega a la punta de la raíz, la infección puede invadir el hueso. En algunos casos, forma una bolsa de pus (absceso). Si no se hace algo para detenerlo, este proceso ocasiona la pérdida de hueso y dientes.
La decisión sobre un tratamiento de conducto radicular
El tratamiento de conducto radicular puede salvar un diente que tiene la pulpa destruida. Mientras más temprano se trate el diente, tendrá menos dolores, dificultades y gastos. Muchas personas creen que el tratamiento de conducto es doloroso, pero no siempre es así. Rara vez, el tratamiento causa más molestias que otros procedimientos dentales, como los rellenos. En algunos casos, es posible que tenga un dolor leve durante unos días.
Descripción general del tratamiento
En un tratamiento de conducto radicular, se elimina la pulpa inflamada o infectada. El primer paso consiste en hacer una abertura en la corona. A continuación, el dentista limpia la cavidad pulpar y los conductos radiculares. Luego, estos espacios se llenan con un sellador y con una sustancia gomosa llamada gutapercha . Esto actúa como un vendaje permanente. Por último, se restaura la corona del diente para protegerlo contra otros daños o infecciones. El tratamiento tiene los siguientes objetivos:
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Aliviar el dolor y otros síntomas
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Detener cualquier infección e impedir que se propague
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Salvar el diente para que no sea necesario extraerlo
Riesgos y posibles complicaciones
El tratamiento de conducto radicular tiene una alta tasa de éxito. Si llegan a presentarse, las complicaciones suelen ser leves y tratables. Algunos de los riesgos y posibles complicaciones son los siguientes:
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Dolor o infección
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Reacción al medicamento o a la anestesia
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Dolor de la articulación mandibular y de los músculos que la rodean
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Piezas dentales rotas (partidas) en un tratamiento de conducto
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Fisuras en la raíz del diente que no se habían visto
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Necesidad de tratamiento adicional, como cirugía endodóntica
Revisor médico: Jessica Gotwals RN BSN MPH
Revisor médico: Michael Kapner MD
Revisor médico: Rita Sather RN
Última revisión:
8/1/2022
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