Melanoma: introducción
¿Qué es el cáncer?
El cáncer se produce cuando las células del cuerpo comienzan a cambiar (mutar) y a multiplicarse de manera descontrolada. Para que entienda qué sucede cuando tiene cáncer, hablemos sobre el funcionamiento normal del cuerpo. El cuerpo está formado por elementos básicos diminutos llamados células. Las células normales crecen cuando el cuerpo las necesita. Y mueren cuando el cuerpo ya no las necesita.
El cáncer está formado por células anormales que crecen aun cuando el cuerpo no las necesita. En la mayoría de los tipos de cáncer, las células anormales crecen hasta formar un nódulo o una masa llamada tumor. Si las células cancerosas están en el cuerpo el tiempo suficiente, pueden invadir otras áreas cercanas. Incluso pueden propagarse a otras partes del cuerpo (hacer metástasis).
La piel
La piel es el órgano más grande del cuerpo. La piel nos protege del calor, de la luz solar, de las lesiones y de las infecciones. También almacena agua y grasa y produce vitamina D. La piel tiene 3 capas:
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La capa externa se llama epidermis.
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La capa media se llama dermis.
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La capa interna se llama subcutis (tejido subcutáneo).
El epidermis es la piel que puede ver. La parte superior está hecha de unas células planas llamadas células escamosas. Estas células se desprenden constantemente a medida que se producen otras nuevas. Debajo de las células escamosas, se encuentran las células basales redondas. A medida que avanzan hacia la superficie, se dividen y se aplanan para convertirse en células escamosas. La parte inferior de la epidermis también tiene células productoras de pigmento llamadas melanocitos. Cuando se expone al sol, estas células producen el oscurecimiento de la piel.
El dermis tiene vasos sanguíneos, vasos linfáticos, terminaciones nerviosas, folículos pilosos y glándulas. Algunas de estas glándulas son las que producen sudoración. Eso permite que el cuerpo permanezca fresco. Otras glándulas producen sebo. El sebo permite que la piel no se seque. El sudor y el sebo llegan a la superficie de la piel a través de unas aberturas diminutas llamadas poros.
El subcutis y la parte inferior de la dermis forman una red de colágeno y células grasas. En esta capa se almacena el calor y es la que protege los órganos del cuerpo de lesiones.
¿Qué es el melanoma?
Hay 3 tipos principales de cáncer de piel:
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Carcinoma de células basales. Este es, por mucho, el tipo más común de cáncer de piel. Comienza en la parte inferior de la epidermis. Crece despacio y casi nunca se propaga.
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Carcinoma escamocelular. Empieza en las células planas que forman la superficie de la piel. Tienden, en mayor medida que los carcinomas de células basales, a crecer hacia capas más profundas de la piel y a propagarse.
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Melanoma. Empieza en las células pigmentarias de la piel (melanocitos) en la epidermis. El melanoma es mucho menos frecuente que otros tipos de cáncer de piel. Pero es más probable que crezca y se propague a otras partes del cuerpo.
Cuándo se forman los melanomas
El melanoma puede comenzar en cualquier parte de la piel. Las zonas frecuentes son el pecho, la espalda, la cabeza, el cuello, la cara, los brazos y las piernas.
A veces, el melanoma comienza en zonas de la piel que nunca están expuestas a la luz solar. Por ejemplo, puede empezar en el ojo, debajo de una uña, en las plantas de los pies, en los genitales o incluso en la nariz y en los senos paranasales. Pero estos casos son menos frecuentes.
¿Cuáles son los distintos tipos de melanoma?
El melanoma comienza cuando los melanocitos normales cambian y se convierten en cáncer. Cuando las células cancerosas están en la piel, el cáncer puede llamarse melanoma cutáneo. La mayor parte de lo que sabemos sobre el melanoma (su comportamiento, la estadificación y el tratamiento) se refiere al melanoma cutáneo.
Los melanomas cutáneos son de los siguientes tipos:
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Melanoma de extensión superficial. Es la forma más común. Representa alrededor del 70 % de todos los melanomas. Suelen crecer a lo largo de la piel durante mucho tiempo y luego se propagan a partes más profundas. Suelen ser planos y de forma irregular. Pueden ser de tonos tostados y marrones o de otros colores, como negro, blanco, azul o rojo.
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Melanoma nodular. Suelen ser llagas (lesiones) de color negro azulado, en forma de cúpula. Pero también pueden ser rosados o rojos. Tienden a crecer rápido y a más profundidad de las capas de la piel.
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Melanoma lentiginoso acral. Este tipo de melanoma es el más común en personas con piel más oscura por naturaleza. Las lesiones se encuentran en las palmas de las manos, las plantas de los pies o debajo de una uña (subungueal). A menudo, se ven negras o marrones.
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Lentigo maligno. Son más comunes en personas mayores. Suelen ser planos y grandes y se extienden ampliamente por la superficie de la piel. Suelen empezar como lesiones no cancerosas (benignas) en la cara o en otra zona expuesta al sol. Se parecen mucho al melanoma de extensión superficial. Cuando el lentigo maligno se propaga fuera de donde empezó o invade la piel a más profundidad, se llama melanoma de lentigo maligno.
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Desmoplásico o neurotrópico. Estos melanomas muy poco frecuentes aparecen como nódulos pequeños en la piel. Son de color claro (sin pigmento) y pueden parecer cicatrices. Suelen desplazarse y crecer a lo largo de los nervios de la piel. También pueden provocar el desarrollo de tejido fibroso a su alrededor.
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Melanoma amelanótico. Estos melanomas poco frecuentes suelen ser de color rosado o carne. Son diferentes de los melanomas más comunes porque no producen pigmentos. Pueden confundirse con lunares o con otros bultos no cancerosos. Puede ser difícil diagnosticar estos casos.
Atención a los lunares
A veces, hay grupos de melanocitos que forman lunares (nevos). La mayoría de las personas tienen lunares en el cuerpo. Estos lunares suelen ser de color rosado, tostado o marrón. Pueden ser planos o sobresalir. Tienden a tener una forma circular u oval. La mayoría de los lunares se encuentran en el pecho o en la parte superior del cuerpo.
Los lunares no suelen crecer ni cambiar mucho. En los adultos mayores, a veces los lunares se desvanecen. La mayoría de los lunares no son cancerosos (es decir que son benignos). Ni provocan cáncer.
Hay algunos lunares anormales, llamados nevos displásicos, que se relacionan con un mayor riesgo de melanoma. Suelen parecer lunares. Un proveedor de atención médica debe revisarlos con regularidad.
Crecimiento y propagación del melanoma
El melanoma tiende a crecer de 1 de estas 2 maneras:
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Crecimiento radial. Esto significa que el melanoma se extiende de forma horizontal a lo largo de las capas superiores de la piel. La mayoría de los melanomas empiezan a crecer de esta manera. Si se detectan y se tratan, el riesgo de propagación es bajo. Pero con el tiempo, pueden crecer hacia capas más profundas de la piel.
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Crecimiento vertical. Esto significa que el melanoma crece hacia capas más profundas de la piel. Este tipo de crecimiento es más grave. El melanoma puede alcanzar los vasos linfáticos y sanguíneos y propagarse así a otras partes del cuerpo. El melanoma nodular crece de esta forma con bastante rapidez. Aun así, la mayoría de los melanomas crecen primero en las capas superiores de la piel durante algún tiempo.
Si no se trata, el melanoma tiende a propagarse a otras partes del cuerpo con mayor rapidez que otros tipos de cáncer de piel. Por eso es más peligroso. Su propagación también puede ser un poco impredecible. El melanoma tiende a propagarse primero a los ganglios linfáticos de la zona cercana al tumor original. Por ejemplo, si el tumor estaba en la pierna, puede propagarse a los ganglios linfáticos de la zona de la ingle. Pero a veces el melanoma se propaga a partes lejanas del cuerpo, aunque no haya células cancerosas en los ganglios linfáticos cercanos. Estas zonas lejanas incluyen el hígado, los pulmones o el cerebro.
Hable con el proveedor de atención médica
Si tiene alguna pregunta sobre el melanoma, hable con el proveedor de atención médica. Su proveedor puede ayudar a que entienda mejor este tipo cáncer.