La inmunoterapia es un tipo de tratamiento en el que se usa el propio sistema inmunitario del cuerpo. Se usan medicamentos que ayudan a las células inmunitarias a reconocer y atacar las células cancerosas.
¿Qué tipos de inmunoterapia pueden usarse para tratar el melanoma?
Los tipos de medicamentos de inmunoterapia que se usan para el melanoma incluyen lo siguiente:
Terapia anti-PD-1
El pembrolizumab y el nivolumab son medicamentos que emplean anticuerpos para bloquear la proteína PD-1 de las células inmunitarias. Se denominan inhibidores de PD-1. Permiten que el sistema inmunitario ataque las células del melanoma. Estos medicamentos se administran como infusión intravenosa cada 2 a 6 semanas.
Estos son algunos efectos secundarios frecuentes:
Estos medicamentos también pueden permitir que el sistema inmunitario ataque otras células del cuerpo. Esto puede causar efectos secundarios menos frecuentes pero más graves. Por ejemplo, daños en los pulmones, el hígado, los intestinos, los riñones, las glándulas productoras de hormonas y otros órganos. Es importante que informe de inmediato al proveedor de atención médica sobre cualquier efecto secundario.
Terapia anti-CTLA-4
El ipilimumab es un medicamento que se dirige a una proteína de las células inmunitarias denominada CTLA-4 mediante un anticuerpo. La proteína CTLA-4 puede favorecer la supervivencia de las células del melanoma, por lo que al atacarla se refuerza el sistema inmunitario para combatir el melanoma. Este medicamento se usa para tratar el melanoma avanzado. También puede administrarse después de la cirugía para algunos melanomas que han alcanzado los ganglios linfáticos. Esto reducirá el riesgo de que vuelvan a aparecer. Se administra como infusión intravenosa, generalmente una vez cada 3 semanas. El ipilimumab se administra con mayor frecuencia junto con el nivolumab para el melanoma irresecable (la cirugía no es una opción de tratamiento) o metastásico (cuando el cáncer se propaga a otros órganos) en adultos y en niños mayores de 12 años.
A veces, los efectos secundarios del medicamento pueden ser graves. En algunos casos, el sistema inmunitario puede atacar otras partes del cuerpo. Puede atacar los intestinos, el hígado, los nervios, la piel, los ojos, las glándulas productoras de hormonas u otros órganos. Estos problemas parecen ocurrir con más frecuencia con el ipilimumab que con los medicamentos anti-PD-1. Pueden causar síntomas graves o, incluso, mortales. Estos pueden ser otros efectos secundarios:
Es importante que informe de inmediato al proveedor de atención médica sobre cualquier efecto secundario.
Terapia Anti-LAG-3 (combinada con terapia Anti-PD-1)
El relatlimab-rmbw se dirige a la proteína LAG-3 (gen 3 de activación linfocitaria) de la superficie de algunas células inmunitarias. Por lo general, permite mantener bajo control el sistema inmunitario. Se combina con el inhibidor de la PD-1 nivolumab en un solo medicamento. Atacar el LAG-3 junto con el PD-1 puede restaurar la función de las células inmunitarias y aumentar la capacidad del sistema inmunitario para atacar y destruir las células cancerosas.
Se administra como infusión intravenosa cada 4 semanas. Se usa para tratar melanomas que no pueden extirparse mediante cirugía o que se han propagado a partes distantes del cuerpo en adultos y niños de 12 años o más.
Los efectos secundarios del medicamento incluyen los efectos secundarios indicados para la terapia anti-PD-1. También puede haber cambios en el color de la piel y reacciones alérgicas durante la infusión del medicamento. Es importante que informe de inmediato al proveedor de atención médica sobre cualquier efecto secundario.
Terapia con citoquinas
Las citoquinas son proteínas con las que se activa el sistema inmunitario. Dos citoquinas que se usan para tratar el melanoma son las siguientes:
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Interferón-alfa
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Interleucina-2 (IL-2)
Los proveedores de atención médica usan medicamentos con citocinas para reforzar la inmunidad general. Por ejemplo, en el caso de la citoquina interleucina-2, se favorece el crecimiento de determinados glóbulos blancos. Estos medicamentos se administran por vía intravenosa o mediante inyecciones.
Los efectos secundarios del tratamiento con citocinas pueden ser graves y pueden incluir lo siguiente:
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Fiebre
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Escalofríos
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Malestar
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Depresión
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Recuento bajo de glóbulos rojos
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Fatiga (cansancio intenso)
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Malestar estomacal
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Vómitos
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Diarrea
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Acumulación de líquido en el cuerpo
Algunos efectos secundarios son específicos de determinadas citocinas. Por ejemplo, las dosis elevadas de interleucina-2 pueden causar presión arterial baja y la acumulación de grandes cantidades de líquido en el cuerpo. Si se administran dosis altas de interferón alfa, pueden producirse formas más graves de muchos de los efectos secundarios mencionados arriba, así como daños en el corazón y el hígado. Las personas que reciben estos tratamientos a menudo deben vigilarse de cerca, por lo que puede ser necesario administrar el tratamiento en el hospital. Algunas personas no pueden tomar las dosis altas necesarias para el tratamiento. Sin embargo, los efectos secundarios suelen mejorar una vez finalizado el tratamiento.
Tratamiento con vacunas intratumorales
En algunos tumores de melanoma pueden inyectarse directamente vacunas especiales. Esto puede reducir su tamaño. Entre ellas, se encuentran las siguientes:
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Talimogene laherparepvec. Es un tipo de virus que se usa para los melanomas que no pueden extirparse mediante cirugía. Puede inyectarse en los tumores de la piel o en los ganglios linfáticos. A través del virus se pueden destruir las células cancerosas y reforzar la respuesta inmunitaria contra estas células. Se puede reducir el tamaño de algunos tumores, pero no está claro si se puede prolongar la vida de las personas. Los efectos secundarios pueden ser dolor en el lugar de la inyección y síntomas parecidos a los de la gripe.
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Bacilo de Calmette-Guérin (BCG). Esta vacuna se usa con poca frecuencia para tratar el melanoma, pero podría ser una opción. La BCG es una vacuna derivada de una bacteria muy similar a la que causa la tuberculosis. La BCG no produce enfermedades graves en los seres humanos, pero activa el sistema inmunitario. La vacuna BCG puede funcionar como una citocina, estimulando todo el sistema inmunitario. Puede servir para tratar el melanoma inyectándola directamente en el tumor.
Se están probando en ensayos clínicos otros tipos de vacunas dirigidas a las células del melanoma. Los tipos más comunes de vacunas son trozos de proteínas llamadas péptidos y células cancerosas muertas. Pueden inyectarse debajo de la piel junto con otros refuerzos inmunitarios. La teoría es que se puede crear una reacción inmunitaria a la vacuna en el cuerpo que también actuará contra las células cancerosas.